05 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 5 de diciembre de 2003


Jueves. Cuando llegamos a “La Esquinica” (Fabra i Puig, 296) Helena y David ya ocupan una mesa. Creo que es la primera vez que no tenemos que hacer cola para cenar.
Las tapas empiezan a desfilar: “morrico fritico, pataticas bravicas, champiñoncicos de parís, longanicicas de Aragón...”. Cerveza en cantidades industriales y un ambiente divertido son los otros ingredientes que convierten este bar de “tapicas” en uno de mis favoritos. Hace tiempo que no veníamos por aquí y hay novedades: suena una señal acústica y el bullicio habitual del local desaparece dando paso a un silencio sepulcral. Entonces se alza la voz de un maño que dice: -¿de quién es la furgoneta blanca aparcada en doble fila? La escena se repite varias veces con total naturalidad.

Nos lo estamos pasando bien pero las tapas se acaban. Decidimos continuar en casa de David y Helena. Fotos de su viaje a los Usa, cerveza y conversación. Mañana el despertador sonará a las 6, decidimos retirarnos (aunque realmente tenemos ganas de alargar la noche).

Trabajar los viernes es mucho más fácil. La perspectiva de tener el fin de semana al final de la jornada siempre es un incentivo.
A mediodía aprovecho para comprar en el mercado. Lo echo mucho de menos (antes estaba a dos pasos de casa y ahora, aunque sigue relativamente cerca, tengo que desplazarme para ir a comprar). Compro algunas cosas que me faltaban para preparar la cena de mañana
Cuando llega María José comemos y nos regalamos una larguísima siesta.

Hoy tengo la cena 3 de esta larga semana. Cena con la gente del trabajo y, pese a que son los mismos que me aguantan cada día, me apetece. Mañana tendré que descansar.

No hay comentarios: