04 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 4 de diciembre de 2003


Miércoles. Al salir del trabajo (sigue lloviendo) cojo un taxi y bajo hasta el barrio. He quedado con María José en el Re-Pla (c/Montcada, 2) para celebrar mi santo. El Re-Pla (hermano pequeño del Pla) ha abierto hace una semana. El local es acogedor, la iluminación tenue y la comida deliciosa. Cenamos muy bien pero, como por la mañana hay que levantarse pronto para ir a trabajar, dejamos la copa de después para otro día.
Empiezo a leer Spiderman. Los inmortales guiones de Stan Lee y el dibujo, en cada número mejor, de Steve Ditko (pese a ser el co-creador del personaje, el suyo no es mi Spiderman favorito) consiguen unos primeros números de la serie memorables.

Jueves. Salgo del trabajo a mediodía y me acerco a correos para enviar las felicitaciones de navidad. Sé que es pronto, pero – una vez hechas – nos quemaban en las manos. Espero que empiecen a llegar pronto; en ellas hemos puesto, como cada año (y van once) mucha ilusión y unas cuantas horas de trabajo.
En casa escucho los discos que he recogido en el apartado de correos. Nada interesante. Para resarcirme (la escucha del nuevo disco de Barón Rojo me ha puesto a prueba) me pongo un cd de Sarah Vaughan, en este momento está sonando “east of the sun (west of the moon)” con Miles Davis a la trompeta.

Esta noche tenemos cena. Me temo que ha empezado el maratón de cenas pre-navidad que cada año mina nuestra salud y hace que lleguemos a las fiestas de navidad en un estado lamentable y con el hígado mejor conservado que nunca.

No hay comentarios: