18 octubre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 15 de octubre de 2003


Lloran los pájaros en Bangkok. Esta mañana, en su aeropuerto, ha muerto Manuel Vázquez Moltalbán. Gracias a sus libros, especialmente a los de la serie Carvalho, empecé a descubrir una Barcelona que estaba desapareciendo y de la que sólo podía encontrar sombras huidizas. El primero que leí fue, precisamente, “Los pájaros de Bangkok y, desde entonces, me han acompañado siempre sus libros (“Galíndez”, “Autobiografía del General Franco” “O César o nada”,”El estrangulador”...) y sus certeros artículos en El País. Gracias Manuel por los buenos ratos que me has hecho pasar.

En mis erráticos horarios ahora tengo las mañanas de los sábados libres. Preparamos el desayuno (con el mal tiempo han vuelto los zumos de naranja, recién exprimida y cargada de vitaminas, para enfrentarnos con garantías a la multitud de virus malvados que quieren introducirse en nuestro organismo) con la triste noticia.
En la calle hace mucho viento y no apetece salir de casa. Volvemos a la cama y leemos un rato (he empezado “El obispo y su santo” de Peter Berling y avanzo a ritmo lento ya que, como en todos los libros de Berling, me veo obligado a utilizar un doble punto – uno para la lectura y el otro para las notas del autor-).
Por la tarde iré a trabajar... pero eso, por suerte, queda aún muy lejos.

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