19 agosto 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes 19 de agosto de 2003


Zombi
Joyce Carol Oates
Adentrarse en la mente de un psicópata asesino no es tarea fácil. Hacerlo sin pirotécnias vacuas, sin artificios y sin ceder al fácil recurso de la hemoglobina gratuita es, practicamente, imposible. Joyce Carol Oates lo hace en Zombi, sobrecogedora novela escrita como el diario de Quentin P: treintañero, desequilibrado, nieto amable, asesino...
Fácil de leer (bien escrita, con un ritmo envidiable, corta, siempre intensa...) pero no fácil de digerir... nuestra civilización genera monstruos, pasearse por su cotidianidad no siempre resulta agradable.


He acabado Zombi (estoy en racha, otro buen libro) y he empezado a leer Gangs de Nueva York (el libro de Herbert Asbury que sirvió de base para el guión de la película).
Suena el despertador a las 9:00 por segunda vez esta semana (este hecho inaudito produce en mi organismo desarreglos de consecuencias todavía no cuantificadas). Desayuno con María José en la terraza de la Taverna del Bisbe. Leemos un rato y vamos a buscar las fotos del viaje (aún no las tienen todas).
La dureza del trabajo realizado ayer pasa factura: mi cuerpo se revela y una piedra amenaza a mi riñón mostrándole las puertas del infierno. La ingestión de agua en cantidades industriales no impide mi traslado al puesto de trabajo.
Otra larga jornada laboral me espera, sigo bebiendo agua.

No hay comentarios: